Lavar la ropa parece una tarea sencilla, pero pequeños descuidos pueden hacer que tus prendas se desgasten más rápido, pierdan color o se deformen. Muchas veces pensamos que estamos cuidando nuestra ropa, cuando en realidad la estamos dañando sin saberlo.
En este artículo te compartimos los errores más comunes al lavar en casa y cómo evitarlos para que tu ropa se mantenga en perfecto estado por más tiempo.
El error más habitual es mezclar ropa de color con ropa blanca. Esto provoca manchas difíciles de quitar y un desgaste prematuro en las telas. Lo recomendable es separar: Blancos, Colores claros, Colores oscuros, Prendas delicadas.
Cada prenda viene con instrucciones específicas de lavado, planchado y secado. No seguir las etiquetas puede arruinar camisas, suéteres o vestidos en un solo lavado.
Llenar la lavadora más de lo debido impide que el detergente actúe correctamente y aumenta la fricción entre las prendas, causando desgaste. Menos es más: es preferible hacer cargas más pequeñas.
Más jabón no significa más limpieza. Al contrario, los residuos de detergente o suavizante se acumulan en las fibras, provocando opacidad y rigidez. Usa siempre la cantidad justa y opta por productos suaves cuando se trate de ropa delicada.
El agua caliente encoge, destiñe y debilita las fibras. Lo ideal es usar agua fría o tibia, salvo en casos de manchas difíciles o ropa muy sucia.
Algunas prendas como trajes, vestidos de gala, ropa de lino o seda requieren limpieza profesional. Intentar lavarlas en casa puede causar daños irreversibles.