Para quitarlas fácilmente, sostén el suéter plano con una mano y corta las bolitas (una a la vez) con una navaja. También puedes comprar un removedor de pelusa. No tire de ellas, o la formación de bolitas empeorará.
Dado que el lavado no es ideal para los suéteres, existen formas de evitar el lavado contante, usa una camiseta para que actúe como una barrera entre el suéter y la piel, con eso evitas que el contacto con desodorantes o aceites que provocan que se deforme y pierda su forma.
Límpialos adecuadamente, dóblalos y colócalos en bolsas de almacenamiento de ropa (que permitan que transpiren) o cajas (siempre que estén hechas de algodón o lona). Nunca los guardes en bolsas al vacío ya que provocan que se puedan poner amarillentos o generen moho.
La mayoría de las veces, siempre debes lavar tus suéteres a mano para que duren más, para lavar a mano, llena un balde o fregadero con agua fría, agrega unos chorros de detergente suave para ropa, sumerge el suéter y déjalo en remojo durante unos 30 minutos. Si quieres que se mantengan como nuevos no dudes en llevarlos con un profesional para que les brinde el tratamiento que se merecen.
Jamás los cuelgues ya que esto provoca que se estiren y formen picos en los hombros deformándolos, lo mejor es doblarlos o mantenerlos enrollados en cajones o estantes.